domingo, 28 de septiembre de 2014
jueves, 18 de septiembre de 2014
EL DÍA QUE ME VOLVÍ INVISIBLE
Posted in
Reflexión abuelos
|
20:32
| by
Esp Nelly Silva
El día que me volví invisible

En esta casa no hay calendarios, y en mi memoria los días están hechos una maraña. Me acuerdo de esos calendarios grandes, unos primores, ilustrados con imágenes de los santos que colgábamos al lado del tocador...
Ya no hay nada de eso, todas las cosas antiguas han ido desapareciendo.
Y yo, yo también me fui borrando sin que nadie se diera cuenta.
Primero me cambiaron de cuarto, pues la familia creció. Después me pasaron a otra más pequeña aún, acompañada de una de mis biznietas. Ahora ocupo el cuarto de los trebejos, el que está en el patio de atrás.
Prometieron cambiarle el vidrio roto de la ventana, pero se les olvidó, y todas las noches por allí se cuela un airecito helado que aumenta mis dolores reumáticos.
Desde hace mucho tiempo tenía intenciones de escribir, pero me he pasado semanas buscando una pluma, y cuando al fin la encontraba, yo misma volvía a olvidar en dónde la había puesto.A mis años, las cosas se pierden fácilmente, claro que es una enfermedad de ellas, de las cosas, porque yo estoy segura de tenerlas, pero siempre se desaparecen.
La otra tarde caí en la cuenta de que también mi voz ha desaparecido.

A veces intervengo en la conversación, segura de que lo que voy a decirles no se le ha ocurrido a ninguno y que les van a servir de mucho mis consejos, pero no me oyen, no me miran, no me responden. Entonces, llena de tristeza, me retiro a mi cuarto antes de terminar de tomar la taza de café. Lo hago así de repente, para que comprendan que estoy enojada, para que se den cuenta de que me han ofendido y vengan a buscarme y me pidan disculpas.
Pero nadie viene.
El otro día les dije que cuando muriera entonces sí que me iban a extrañar. El niño más pequeño dijo: “¿Ah... es que tú estás viva, abuela?”. Les cayó tan en gracia que no paraban de reír. Tres días estuve llorando en mi cuarto, hasta que una mañana entró unos de los muchachos a sacar unas llantas viejas y ni los buenos días me dio.
Fue entonces cuando me convencí de que soy invisible.
Me paro en medio de la sala para ver si aunque sea estorbo, pero mi hija sigue barriendo sin tocarme. Los niños corren a mi alrededor, de un lado al otro, sin tropezar conmigo.
Cuando mi yerno se enfermó, tuve la oportunidad de serle útil: le llevé un té especial que yo misma preparé. Se lo puse en la mesita y me senté a esperar que se lo tomara.

Un viernes se alborotaron los niños y me vinieron a decir que al día siguiente nos iríamos todos de día de campo. Me puse muy contenta ¡Hacía tantos años que no salía, y menos al campo! Entonces el sábado fui la primera en levantarme. Quise arreglar mis cosas así que me tomé mi tiempo para no retrasarlos.
Al rato entraban y salían de la casa corriendo y echaban bolsas y juguetes al coche. Yo ya estaba lista y, muy alegre, me paré en el zaguán a esperarlos. Cuando arrancaron y el auto desapareció envuelto en el bullicio, comprendí que yo no estaba invitada, tal vez porque no cabía en el coche o porque mis pasos tan lentos impedirían que todos los demás corretearan a gusto por el bosque.
Sentí clarito cómo mi corazón se encogió. La barbilla me temblaba como cuando uno ya no aguanta las ganas de llorar.
Vivo con mi familia y cada día me hago más vieja, pero cosa curiosa, ya no cumplo años.
Nadie me lo recuerda. Todos están tan ocupados. Yo los entiendo, ellos sí hacen cosas importantes. Ríen, gritan, sueñan, lloran, se abrazan, se besan. Yo ya no sé a qué saben los besos. Antes besuqueaba a los chiquitos, era un gusto enorme el que daba tenerlos en mis brazos como si fuesen míos. Sentía su piel tiernita y su respiración dulzona muy cerca de mí. La vida nueva se me metía como un soplo y hasta me daba por cantar canciones de cuna que nunca creía recordar...Pero un día mi nieta, que acababa de tener a su bebé, dijo que no era bueno que los ancianos besaran a los niños, por cuestiones de salud.
Ya no me les acerqué más, no fuera ser que les pasara algo malo a causa de mis imprudencias. ¡Tengo tanto miedo de contrariarlos!

- Que tengan la suficiente inteligencia para aceptar que sus vidas ya no cuentan, como me lo piden.
- Y Dios quiera que no se conviertan en "viejos sentimentales que todavía quieren llamar la atención".
- Y que sus hijos no los hagan sentir como bultos para que el día de mañana no tengan que morirse estando muertos desde antes... como yo.
© Autor: Silvia Castillejos Peral
¡Vamos a cuidar a nuestros mayores!
viernes, 18 de julio de 2014
Coplas de antaño
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coplas boyacenses
|
15:19
| by
Esp Nelly Silva
Nuestros abuelos recuerdan de que forma se divertían y compartían cuando se reunían; tomaban una guitarra y a echar coplas se dijo. A continuación una recopilación de coplas de antaño:
Canta y Silva
una torcaza
y en la tonadita
dice
hoy pendejo el
que se casa.
Por aquella loma
abajo
Viene un queso dando botes
amalaya un pedacito
pa comer con
alfondoque.
Por aquella loma
abajo
Viene un gato
dando quejas
Que le quitaron
su rabo
Pa persinar las
viejas.
Cuando yo era
chiquitica
Todos me querían
besar
Y ahora que
estoy grandecita
Todos se hacen
del rogar.
Por pobre m e
despreciaste
Porque no te he
dado nada
Y acordarte que
te di
Un besito en la
quebrada.
Cogiendo la
cuesta arriba
Di una vuelta y
me senté
Le dije a mis
alpargatas
Es trabajo andar
a pie.
Recopilado por: Natalia Dìaz
miércoles, 16 de julio de 2014
NUESTRAS ENTREVISTAS
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Entrevistas abuelos
|
6:57
| by
Esp Nelly Silva
NUESTRO PASADO CONTADO POR DOÑA HERMELINDA

Qué hacían para distraerse?
Utilizaba una radio para escuchar
música pero solo lo podían hacerlo en la noche porque siempre estaban trabajando.
Cuáles eran las labores que
realizaba en el campo?
Tenía que tostar cebada, moler el
maíz, hacer el cuchuco (que es un plato típico de nuestra región), porque
siempre habían obreros que eran personas del campo, convidados cuando
se iban a realizar trabajos en el campo sobre todo de siembra, ellos recibían
un salario por el día y se llamaba jornal. Se sembraba trigo, maíz, cebada y arveja. Hace 30 años aproximadamente se dejó de cultivar estos productos y la gente se
dedicó solo a cultivar la papa y a la crianza de ganado.
Qué recuerda de su infancia:
En nuestra infancia no nos
dejaban salir para compartir con los otros niños ya que siempre estaban
trabajando atendiendo la comida de los obreros y haciendo oficios en la casa.
Qué hacían cuando bajaban al
pueblo:
Cuando bajábamos al pueblo lo
hacíamos para comprar el mercado, aveces me compraban dulces y también bajábamos
para asistir a la santa misa.
Qué piensa de la vida de los
jóvenes de ahora:
Los jóvenes veo que cuentan con
muchos privilegios, que poco les exigen para que ellos ayuden en la casa. Antes
las personas valoraban más las cosas pues tenían que trabajar para
conseguirlas.
AUTORA: ANA
MARIA GOYENECHE
ME CUENTA DOÑA ELVIA
Flor Elvia Alfonso Amado.
2. ¿Cuántos años tiene?
Tengo 51 años de edad.
3. ¿Cuántos años lleva viviendo en el
municipio de Belén?
En el municipio de Belén he vivido toda la vida.
4. ¿El municipio de Belén era el mismo
de ahora o en que aspectos ha cambiado?
No, el municipio de Belén no es igual que antes ya que han cambiado en
cuanto a las construcciones, nuevos habitantes y a raíz de esto se ha visto más
inseguridad.
5. ¿Qué piensa
sobre el municipio de Belén?
Lo que pienso del municipio de Belén es que el alcalde tiene que cumplir
con los proyectos que promete para así mejorar la calidad de vida de los
habitantes.
6. Recuerda ¿cómo eran antes las casas y que
materiales utilizaban?
Las casas antiguamente eran construidas en barro, bareque y no habían
sino dos (2) calles. La plaza
antiguamente estaba ubicada abajo del terminal en donde actualmente están
construyendo la casa de la cultura y era sin cubrir, había poco comercio ya que
habían pocos habitantes.
7. ¿Cuántas Instituciones existían en esa época?
En esa época existía el Colegio Susana Guillemin era un colegio femenino
de Monjas Terciarias y era dirigido por la MADRE
SOR. MARIA X, el colegio era construido en bareque también había capilla
donde siempre se hacían celebraciones.
También se dictaban clases de Cocina y por grupos llevaban los
ingredientes, preparaban y allí compartían con sus compañeros.
8. ¿De que
forma era la educación?
La educación era estricta había mas compañerismo dictaban clases de catequesis, convivencia, Relaciones Humanas;
las niñas no podían llegar con la falda alta por que si no ellas mismas le
bajaban el ruedo y las mandaban a las casas a arreglar la jardinera, había mucha puntualidad.
9. Cómo era la educación de los padres a los hijos
antiguamente?
La educación de los padres a los hijos antiguamente era:
No daban permiso de salir a paseos, fiestas si daban permiso tenían que
hacerlos solo en el día y acompañado por un
hermano o familiar. Eran muy
correctos inculcaban mucho el valor del respeto a los mayores, cumplir con las
tareas para así rendir en el estudio.
10. ¿sabe cuentos, poesías, rimas, coplas, canciones,
leyendas nómbrelos?
Si me acuerdo de algunos por ejemplo una poesía.
EL POLLO CHIRAS
Esto dijo el pollo chiras
Cuando lo iban a matar
Dese breve mi señora
Ponga el agua a calentar.
Un carbón eche a la estufa
Y no deje de soplar que nos va a coger el día
Y el señor viene a almorzar.
Pero escúcheme una cosa
Que le quiero suplicar
El pescuezo no me tuerza
Como lo hace Trinidad.
Hay mil medios más humanos
De matar un animal
Y hace que el sueño dure
Por toda la eternidad.
REFRANES
El que guarda manjares, guarda pesares.
Mas vale pájaro en mano que cien volando.
El que calla otorga.
Una sola golondrina no hace llover ni hace verano.
COPLA ADIVINANZA
Allá tras las montañas Blanco
fue mi nacimiento
fue mi primer amor colorado
mí vivir
fueron los desengaños de
negro me amortajaron
que mataron a mi amor. Cuando
me quise morir (MORA)
AUTORA: Yessica Lorena Diaz Avellaneda
viernes, 6 de septiembre de 2013
Los Abuelos un Tesoro Familiar
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|
12:48
| by
Esp Nelly Silva
Los abuelos, un tesoro familiar.
(Publicado en el Periódico EL NORTE)
Maru Sweeney
Unos son estrictos, otros muy consentidores. Unos son viejos, otros más jóvenes, pero todos, abuelos y abuelas, son fundamentales en el crecimiento emocional de nuestros hijos.
No existen sustitutos de los padres, pero lo que definitivamente se acerca más al amor por los hijos, son los abuelos. La protección, el cariño que demuestran y el amor incondicional de los abuelos es incomparable. Sus historias son tesoros puestos en palabras que nos dan a las generaciones más jóvenes un sentido de identidad.
Grandes beneficios
Algunos de los beneficios que nos da la convivencia con los abuelos son: Para un niño, sus abuelos son la base de su historia personal. Todo ser humano tiene la curiosidad de conocer sus raíces, su historia, de dónde viene, y los abuelos representan esa parte de su pasado que forma parte de su vida.
No hay como los abuelos para ayudarnos a cuidar a los hijos. Que mejor que sangre de su sangre para encargarse de los pequeños cuando la madre y el padre no pueden hacerlo.
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