Bienvenidos al blog del proyecto ondas colciencias del grado 6D de la Institución Educativa Técnica "Susana Guillemin" de Belén Boyacá. Aprende con los relatos de nuestros abuelos y abuelas

Grupo SUPERBELEMITAS 2014

Grupo SUPERBELEMITAS 2014

Pintor belemita Oscar Balaguera

Cantando y relatando

domingo, 28 de septiembre de 2014

Relato de las fiestas de antaño en Belén

jueves, 18 de septiembre de 2014

Oración por los abuelos

EL DÍA QUE ME VOLVÍ INVISIBLE

El día que me volví invisible



No sé ni en qué día estamos. 
En esta casa no hay calendarios, y en mi memoria los días están hechos una maraña. Me acuerdo de esos calendarios grandes, unos primores, ilustrados con imágenes de los santos que colgábamos al lado del tocador...
Ya no hay nada de eso, todas las cosas antiguas han ido desapareciendo.
Y yo, yo también me fui borrando sin que nadie se diera cuenta.

Primero me cambiaron de cuarto, pues la familia creció. Después me pasaron a otra más pequeña aún, acompañada de una de mis biznietas.  Ahora ocupo el cuarto de los trebejos, el que está en el patio de atrás.
Prometieron cambiarle el vidrio roto de la ventana, pero se les olvidó, y todas las noches por allí se cuela un airecito helado que aumenta mis dolores reumáticos.
Desde hace mucho tiempo tenía intenciones de escribir, pero me he pasado semanas buscando una pluma, y cuando al fin la encontraba, yo misma volvía a olvidar en dónde la había puesto. 
A mis años, las cosas se pierden fácilmente, claro que es una enfermedad de ellas, de las cosas, porque yo estoy segura de tenerlas, pero siempre se desaparecen.

La otra tarde caí en la cuenta de que también mi voz ha desaparecido.  Cuando les hablo a mis nietos o a mis hijos, no me contestan.  Todos conversan sin mirarme, como si yo no estuviera con ellos, escuchando atenta lo que dicen.
A veces intervengo en la conversación, segura de que lo que voy a decirles no se le ha ocurrido a ninguno y que les van a servir de mucho mis consejos, pero no me oyen, no me miran, no me responden. Entonces, llena de tristeza, me retiro a mi cuarto antes de terminar de tomar la taza de café. Lo hago así de repente, para que comprendan que estoy enojada, para que se den cuenta de que me han ofendido y vengan a buscarme y me pidan disculpas.
Pero nadie viene.


El otro día les dije que cuando muriera entonces sí que me iban a extrañar. El niño más pequeño dijo: “¿Ah... es que tú estás viva, abuela?”.  Les cayó tan en gracia que no paraban de reír.  Tres días estuve llorando en mi cuarto, hasta que una mañana entró unos de los muchachos a sacar unas llantas viejas y ni los buenos días me dio.
Fue entonces cuando me convencí de que soy invisible. 


Me paro en medio de la sala para ver si aunque sea estorbo, pero mi hija sigue barriendo sin tocarme. Los niños corren a mi alrededor, de un lado al otro, sin tropezar conmigo.
Cuando mi yerno se enfermó, tuve la oportunidad de serle útil: le llevé un té especial que yo misma preparé. Se lo puse en la mesita y me senté a esperar que se lo tomara. Sólo que estaba viendo la televisión y ni un parpadeo me indicó que se daba cuenta de mi presencia. El té, poco a poco se fue enfriando. Mi corazón también.
Un viernes se alborotaron los niños y me vinieron a decir que al día siguiente nos iríamos todos de día de campo. Me puse muy contenta ¡Hacía tantos años que no salía, y menos al campo! Entonces el sábado fui la primera en levantarme. Quise arreglar mis cosas así que me tomé mi tiempo para no retrasarlos.
Al rato entraban y salían de la casa corriendo y echaban bolsas y juguetes al coche. Yo ya estaba lista y, muy alegre, me paré en el zaguán a esperarlos. Cuando arrancaron y el auto desapareció envuelto en el bullicio, comprendí que yo no estaba invitada, tal vez porque no cabía en el coche o porque mis pasos tan lentos impedirían que todos los demás corretearan a gusto por el bosque.
Sentí clarito cómo mi corazón se encogió. La barbilla me temblaba como cuando uno ya no aguanta las ganas de llorar. 

Vivo con mi familia y cada día me hago más vieja, pero cosa curiosa, ya no cumplo años. 
Nadie me lo recuerda. Todos están tan ocupados. Yo los entiendo, ellos sí hacen cosas importantes. Ríen, gritan, sueñan, lloran, se abrazan, se besan. Yo ya no sé a qué saben los besos. Antes besuqueaba a los chiquitos, era un gusto enorme el que daba tenerlos en mis brazos como si fuesen míos. Sentía su piel tiernita y su respiración dulzona muy cerca de mí. La vida nueva se me metía como un soplo y hasta me daba por cantar canciones de cuna que nunca creía recordar...
Pero un día mi nieta, que acababa de tener a su bebé, dijo que no era bueno que los ancianos besaran a los niños, por cuestiones de salud.
Ya no me les acerqué más, no fuera ser que les pasara algo malo a causa de mis imprudencias. ¡Tengo tanto miedo de contrariarlos! 
Ojalá que el día de mañana, cuando ellos lleguen a viejos... Sigan teniendo esa unión entre ellos para que no sientan el frío ni los desaires.
  • Que tengan la suficiente inteligencia para aceptar que sus vidas ya no cuentan, como me lo piden.
  • Y Dios quiera que no se conviertan en "viejos sentimentales que todavía quieren llamar la atención".
  • Y que sus hijos no los hagan sentir como bultos para que el día de mañana no tengan que morirse estando muertos desde antes... como yo.
© Autor: Silvia Castillejos Peral

¡Vamos a cuidar a nuestros mayores!

viernes, 18 de julio de 2014

Coplas de antaño

Nuestros abuelos recuerdan de que forma se divertían y compartían cuando se reunían; tomaban una guitarra y a echar coplas se dijo. A continuación una recopilación de coplas de antaño:




Canta y Silva una torcaza
y en la tonadita dice
hoy pendejo el que se casa.

Por aquella loma abajo
 Viene un queso dando botes
amalaya un pedacito
pa comer con alfondoque.

Por aquella loma abajo
Viene un gato dando quejas
Que le quitaron su rabo
Pa persinar las viejas.

Cuando yo era chiquitica
Todos me querían besar
Y ahora que estoy grandecita
Todos se hacen del  rogar.

Por pobre m e despreciaste
Porque no te he dado nada
Y acordarte que te di
Un besito en la quebrada.

Cogiendo la cuesta arriba
Di una vuelta y me senté
Le dije a mis alpargatas
Es trabajo andar a pie.

Recopilado por: Natalia Dìaz


miércoles, 16 de julio de 2014

NUESTRAS ENTREVISTAS

NUESTRO PASADO CONTADO POR DOÑA HERMELINDA

Hoy me reuní con doña Hermelinda, una señora de 73 años, a la cual le hice unas preguntas sobre la época antigua.

Qué hacían para distraerse?

Utilizaba una radio para escuchar música pero solo lo podían hacerlo en la noche porque siempre estaban trabajando.

Cuáles eran las labores que realizaba en el campo?

Tenía que tostar cebada, moler el maíz, hacer el cuchuco (que es un plato típico de nuestra región), porque siempre habían obreros que eran personas del campo, convidados cuando se iban a realizar trabajos en el campo sobre todo de siembra, ellos recibían un salario por el día y se llamaba jornal. Se sembraba trigo, maíz, cebada y arveja. Hace 30 años aproximadamente se dejó de cultivar estos productos y la gente se dedicó solo a cultivar la papa y a la crianza de ganado.

Qué recuerda de su infancia:

En nuestra infancia no nos dejaban salir para compartir con los otros niños ya que siempre estaban trabajando atendiendo la comida de los obreros y haciendo oficios en la casa.

Qué hacían cuando bajaban al pueblo:

Cuando bajábamos al pueblo lo hacíamos para comprar el mercado, aveces me compraban dulces y también bajábamos para asistir a la santa misa.

Qué piensa de la vida de los jóvenes de ahora:



Los jóvenes veo que cuentan con muchos privilegios, que poco les exigen para que ellos ayuden en la casa. Antes las personas valoraban más las cosas pues tenían que trabajar para conseguirlas.

AUTORA: ANA MARIA GOYENECHE



ME CUENTA DOÑA ELVIA






1.  ¿Cómo se llama?


Flor Elvia Alfonso Amado.

2.  ¿Cuántos años tiene?

Tengo 51 años de edad.

3.  ¿Cuántos años lleva viviendo en el municipio de Belén?

En el municipio de Belén he vivido toda la vida.

4.  ¿El municipio de Belén era el mismo de ahora o en que aspectos ha cambiado?

No, el municipio de Belén no es igual que antes ya que han cambiado en cuanto a las construcciones, nuevos habitantes y a raíz de esto se ha visto más inseguridad.

5.  ¿Qué piensa sobre el municipio de Belén?

Lo que pienso del municipio de Belén es que el alcalde tiene que cumplir con los proyectos que promete para así mejorar la calidad de vida de los habitantes.

6. Recuerda ¿cómo eran antes las casas y que materiales utilizaban?

Las casas antiguamente eran construidas en barro, bareque y no habían sino dos (2) calles.  La plaza antiguamente estaba ubicada abajo del terminal en donde actualmente están construyendo la casa de la cultura y era sin cubrir, había poco comercio ya que habían pocos habitantes.

7. ¿Cuántas Instituciones existían en esa época?

En esa época existía el Colegio Susana Guillemin era un colegio femenino de Monjas Terciarias y era dirigido por la MADRE SOR. MARIA X, el colegio era construido en bareque también había capilla donde siempre se hacían celebraciones. 

También se dictaban clases de Cocina y por grupos llevaban los ingredientes, preparaban y allí compartían con sus compañeros.

8.  ¿De que forma era la educación?

La educación era estricta había mas compañerismo dictaban clases de  catequesis, convivencia, Relaciones Humanas; las niñas no podían llegar con la falda alta por que si no ellas mismas le bajaban el ruedo y las mandaban a las casas a arreglar la jardinera, había mucha puntualidad.

9. Cómo era la educación de los padres a los hijos antiguamente?

La educación de los padres a los hijos antiguamente era:
No daban permiso de salir a paseos, fiestas si daban permiso tenían que hacerlos solo en el día y acompañado por un  hermano o familiar.  Eran muy correctos inculcaban mucho el valor del respeto a los mayores, cumplir con las tareas para así rendir en el estudio.

10. ¿sabe cuentos, poesías, rimas, coplas, canciones, leyendas  nómbrelos?

Si me acuerdo de algunos por ejemplo una poesía.

EL POLLO CHIRAS

Esto dijo el pollo chiras
Cuando lo iban a matar
Dese breve mi señora
Ponga el agua a calentar.

Un carbón eche a la estufa
Y no deje de soplar que nos va a coger el día
Y el señor viene a almorzar.

Pero escúcheme una cosa
Que le quiero suplicar
El pescuezo no me tuerza
Como lo hace Trinidad.

Hay mil medios más humanos
De matar un animal
Y hace que el sueño dure
Por toda la eternidad.

REFRANES

El que guarda manjares, guarda pesares.
Mas vale pájaro en mano que cien volando.
El que calla otorga.
Una sola golondrina no hace llover ni hace verano.


COPLA                                                                    ADIVINANZA

Allá tras las montañas                               Blanco fue mi nacimiento
fue mi primer amor                                     colorado mí vivir
fueron los desengaños                             de negro me amortajaron

que mataron a mi amor.                            Cuando me quise morir  (MORA)

AUTORA: Yessica Lorena Diaz Avellaneda



viernes, 6 de septiembre de 2013

Los Abuelos un Tesoro Familiar

Los abuelos, un tesoro familiar. 
(Publicado en el Periódico EL NORTE)

Maru Sweeney

Unos son estrictos, otros muy consentidores. Unos son viejos, otros más jóvenes, pero todos, abuelos y abuelas, son fundamentales en el crecimiento emocional de  nuestros hijos. 

      
No existen sustitutos de los padres, pero lo que definitivamente se acerca más al  amor por los hijos, son los abuelos.  La protección, el cariño que demuestran y el amor incondicional de los abuelos es   incomparable. Sus historias son tesoros puestos en palabras que nos dan a las   generaciones más jóvenes un sentido de identidad.

Grandes beneficios

Algunos de los beneficios que nos da la convivencia con los abuelos son: Para un niño, sus abuelos son la base de su historia personal. Todo ser humano   tiene la curiosidad de conocer sus raíces, su historia, de dónde viene, y los abuelos representan esa parte de su pasado que forma parte de su vida. 
No hay como los abuelos para ayudarnos a cuidar a los hijos. Que mejor que sangre de su sangre para encargarse de los pequeños cuando la madre y el padre no  pueden hacerlo.